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19 June 2024

Turquía - Los terremotos provocan el mayor desplazamiento por desastres de 2023

Turquía sufrió una catástrofe devastadora en febrero de 2023, cuando dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,5 y sus réplicas provocaron numerosas muertes, destrucción y desplazamientos. Los epicentros se situaron en Kahramanmaraş y Hatay, pero otras provincias, en particular Adıyaman, Gaziantep y Malatya, también se vieron afectadas. Se registraron cuatro millones de desplazamientos internos, convirtiéndolo en el desastre que más causó desplazamientos a nivel mundial en 2023.

La intensidad de los seísmos, la antigüedad de algunos edificios y el incumplimiento de las normas de construcción contribuyeron a la gravedad de sus impactos. Decenas de miles de viviendas quedaron destruidas, y muchos edificios dañados que seguían en pie tuvieron que ser demolidos, lo que prolongó el desplazamiento de muchas personas.

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La respuesta a un desastre de tal magnitud planteó importantes retos y exigió la movilización y coordinación de todos los sectores. Se desplegaron más de 271.000 efectivos de rescate y casi 1,4 millones de voluntarios para ayudar a distribuir la ayuda e instalar tiendas de campaña, mientras los equipos internacionales de emergencia y el sector privado proporcionaron apoyo financiero y técnico. Los daños en las infraestructuras sanitarias y de abastecimiento de agua crearon problemas de saneamiento, y las necesidades psicosociales y de salud mental de los desplazados internos aumentaron al tener que hacer frente a la falta de vivienda, la separación familiar, la pérdida de seres queridos, el estrés postraumático y la incertidumbre sobre su futuro.

La necesidad más acuciante de los desplazados internos inmediatamente después del desastre fue la de encontrar refugio. El gobierno instaló cientos de miles de tiendas y reutilizó hoteles y edificios públicos. También ofreció ayudas al alquiler y la opción de trasladarse a emplazamientos de contenedores. Al principio, la mayoría de la gente optó por las ayudas al alquiler, pero la demanda de alojamiento provocó fuertes subidas de precios. Por ejemplo, el precio de los alquileres en Gaziantep aumentó un 47% entre febrero y abril, lo que llevó a las autoridades a introducir un límite temporal a las subidas en las provincias afectadas por el terremoto.

Los refugiados sirios también se vieron afectados por los terremotos. Unos 12.000 seguían viviendo en tiendas de campaña y 3.000 en asentamientos informales en octubre de 2023. El desempleo, el aumento del coste de la vida y la interrupción de la educación de los niños fueron algunos de los principales problemas a los que se enfrentaron.

Los desplazados internos que vivían en refugios improvisados se trasladaron gradualmente a contenedores a lo largo del año. Esto mejoró sus condiciones de vida y el acceso a los servicios, pero es probable que sigan viviendo en esas circunstancias durante algún tiempo, ya que las autoridades locales estiman que los contenedores estarán en uso durante al menos tres años. A finales de año se estaban llevando a cabo amplios esfuerzos de reconstrucción, pero a 31 de diciembre unas 822.000 personas seguían viviendo en situación de desplazamiento interno.

Para acelerar la respuesta y mejorar el acceso de los desplazados internos a la asistencia y los servicios, el gobierno estableció un sistema en línea para expedir documentos de identidad temporales. A finales de marzo, el Fondo de Seguros para Desastres de Turquía había pagado más de 340 millones de dólares a los asegurados. El sector privado también participó significativamente en la respuesta. Las federaciones nacionales de empresas crearon un servicio de asistencia para coordinar las ofertas de ayuda en especie y proporcionaron transporte, alimentos y artículos no alimentarios por valor de 11 millones de dólares. Además, la iniciativa Connecting Business, emprendida conjuntamente por OCHA y el PNUD, coordinó las ofertas de ayuda de una amplia gama de entidades internacionales del sector privado.

Los efectos de los terremotos subrayaron la necesidad de mejorar la preparación, seguir invirtiendo en la rehabilitación de edificios y hacer más resistentes las infraestructuras. Asimismo, de la importancia de aplicar y hacer cumplir las normativas de construcción. Dicho esto, la amplia experiencia de Turquía en la gestión del riesgo de desastres ayudó en los esfuerzos de respuesta y recuperación. La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias del país fue clave para garantizar que las intervenciones estuvieran bien coordinadas, incluso mediante una sólida gestión de datos y políticas locales de reducción del riesgo de desastres. Estas iniciativas, y las lecciones aprendidas de este desastre de gran magnitud, ayudarán a reducir el riesgo de desplazamiento por desastres en el futuro y a apoyar a los desplazados internos a encontrar soluciones duraderas.

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