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19 June 2024

Ucrania - Las soluciones duraderas, una perspectiva lejana para muchos desplazados internos

Los continuos combates entre las fuerzas armadas rusas y ucranianas siguieron provocando desplazamientos en 2023, sobre todo en el este y el sur de Ucrania, pero el número de desplazados internos en el país se redujo de un tercio, llegando a los 3,7 millones a finales de año. Este descenso se explica por el retorno de muchos desplazados internos, así como de personas que se encontraban por fuera del país. Sin embargo, para muchos de los 4,5 millones de retornados, hacerlo no necesariamente ha llevado a una solución duradera a su desplazamiento.

Tanto para los retornados como para los que intentan integrarse localmente, encontrar una vivienda asequible, oportunidades de subsistencia y un entorno propicio fueron algunos de los retos persistentes a los que se enfrentaron. La mitad de los desplazados internos encuestados en septiembre afirmaron que los daños y la destrucción de sus viviendas eran algunos de los principales factores que obstaculizaban su retorno sostenible. La mayoría también afirmó haber agotado sus ahorros, lo que les impidió reparar o reconstruir sus casas, especialmente en las zonas retomadas por las fuerzas armadas ucranianas que sufrieron algunos de los daños más importantes.

En respuesta, el gobierno ha proporcionado apoyo financiero para ayudar a los desplazados internos a encontrar alojamiento y reconstruir sus hogares. También ha redactado una ley para aumentar la disponibilidad de viviendas asequibles a nivel municipal, incluso mediante la construcción de unidades sociales y cooperativas. Este proceso ha ido acompañado de la elaboración de un seguimiento de las inversiones municipales para garantizar la transparencia y la asignación eficaz de los recursos.

El hecho de que no todos los desplazados se registrasen ante el gobierno, en parte como consecuencia de la naturaleza dinámica del desplazamiento, incluyendo los movimientos pendulares y repetidos, siguió siendo un problema. Sin evidencia de su condición de desplazados, algunos no pudieron acceder a los servicios y ayudas del gobierno. El registro incompleto también impidió comprender plenamente cuántas personas necesitaban asistencia y dónde.

Las necesidades de los desplazados internos diferían en función de su sexo y edad. El 17% de las mujeres desplazadas internas, por ejemplo, afirmaron que les resultaba difícil acceder al trabajo y a los medios de subsistencia, frente al 10% de hombres, mientras que un mayor porcentaje de estos últimos vivía en alojamientos precarios. Las personas mayores, que representan casi una cuarta parte de todos los desplazados internos, tenían dificultades para satisfacer sus necesidades básicas, y muchos vivían en la pobreza y a veces tenían dificultades para obtener información y servicios porque carecían de conocimientos digitales.

La cohesión social se convirtió en una preocupación creciente durante el año. Alrededor del 20% de los desplazados informaron tener tensiones con sus comunidades de acogida, principalmente como resultado de la percepción de un acceso desigual a la ayuda en efectivo. Las tensiones fueron diferentes en todo el país, pero tendieron a registrarse más en las regiones occidentales. En la provincia de Lviv, por ejemplo, las diferencias políticas, culturales o lingüísticas de los desplazados internos se citaron frecuentemente como fuente de tensión. Estas variaciones ponen de relieve la necesidad de intervenciones específicas para fomentar la integración local y el retorno sostenible.

Los Consejos de Desplazados Internos siguieron desempeñando un papel importante en la coordinación de la asistencia y la recuperación temprana a nivel local. Trabajaron con las autoridades municipales y las organizaciones no gubernamentales para facilitar la cooperación, garantizar que las intervenciones reflejaran los retos inmediatos de los desplazados internos y mejorar su participación en los asuntos políticos. Creadas en 2019 para apoyar a los desplazados desde 2014, estas entidades se convirtieron en una prioridad en la Estrategia Nacional sobre Desplazamiento Interno 2023-2025, lo que da fe de su relevancia y garantiza su perdurabilidad. También son un claro ejemplo de buenas prácticas que reconocen y aprovechan la agencia y la capacidad de los desplazados internos para dar una solución a su situación.

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